En un pequeño PH conformado por tres unidades funcionales, uno de los propietarios avanzó de manera unilateral y modificó la fachada del inmueble. Sin contar con la aprobación unánime de los demás copropietarios, realizó una obra que incluyó una nueva entrada independiente y un garaje privado, alterando completamente la estructura externa del edificio.
Este tipo de modificaciones representa una violación directa al Reglamento de Copropiedad, ya que en los PH cualquier alteración que afecte la fachada requiere la unanimidad de los consorcistas. Además, constituye una infracción y puede derivar en una denuncia contravencional ante la Agencia Gubernamental de Control (AGC) del GCBA.
En este caso puntual, la obra fue clausurada en varias oportunidades, demostrando la gravedad de la falta y la intervención de las autoridades administrativas.
En propiedad horizontal, el respeto al reglamento y al consentimiento común no es opcional. Evitá sanciones, contratiempos legales y conflictos con tus vecinos.